A la Luna se le ve el Ombligo

... el diario abierto de Peperina.

Tengo 24 años y me sigo preguntando qué quiero ser cuando sea grande. El problema es que todavía no me di cuenta que ya soy grande, y es hora empezar a cumplir los sueños antes que deje de soñar. Si tengo que contar los minutos para atrás y hablar con el corazón, FELICIDAD es un sentimiento que experimenté cuando la inocencia me valía y mi pequeño mundo era alucinante porque en dos segundos podía ser lo que quería, y así fui una estrella de la música, secretaria, doctora, mamá, hermana hija y amiga. A los 17 años experimenté uno de los puntos más altos de mi vida, pero no se parecía a los de aquellos años en los que mi vida tenía una razón y honraba cada gota de oxígeno que llegaba a mis pulmones. En lo sucesivo no hubo infelicidad completa. Como cualquier persona que sale a la vida me encontré con el exterior y fuera del bunker las experiencias fueron diversas. Días hermosos y antítesis de sueños… de los dolores también se aprende, y mucho. De eso no me quejo. Para llegar hasta acá hubo que pasar por allí. Eso lo entiendo. Digamos que mi fantasma interior es esta calesita que da vueltas, pero nunca llega a ningún lado. Internamente soy mucho de lo que quería ser, pero aquellos anhelos que tenía tan profundo cuando era solo Alma dentro de un pequeño envase sin este cerebro manchado con lo adulto no llegaron nunca a cumplirse ni un poquito. el resultado es un vacío. Es difícil explicarlo con palabras. Más en este momento que estoy enojada conmigo misma, por no poder darme la oportunidad, por errar siempre errar el camino y no lograr encontrarle el sentido. A veces creo que no tengo idea que es lo que quiero. Quiero trabajar, pero como no se de qué, siempre termino en trabajos que aborrezco. Lo cual complica el terreno. Quiero hacer algo que me llene el alma, eso a lo que le pueda dedicar mi obra. Algo importante, algo que me haga sentir importante, útil a mi propia mirada, al reflejo que me devuelve el espejo. Para dejar de sentir que puedo pero no puedo porque no hay nada… Voy a pedir un deseo. Deseo un trabajo normal, un trabajo que me guste para dejar de ser mulo del cliente, que me permita desarrollarme como persona, que me traiga un sueldo digno para poder estudiar fotografía, comprarme libros, y pagarme una cerveza de vez en tato. Para que se prenda la luz y pueda andar por el mundo de los sueños otra vez. Con un flash. Voy a mutar, esta cabeza ya quedo obsoleta. Voy a reír otra vez… primero de mi. Y a voy a hacer todo lo posible para convertir este año que me esta costando en mi año vaginal tal como me lo prometí.


No se cuanto tiempo habré perdido.
Vivo tan deprisa
que se cae de los bolsillos.
A pesar de todo he aprendido.
Si la noche es clara
a la luna se le ve el ombligo.
Mira que a la luna se le ve el ombligo.
Ojala me hubiera dado cuenta antes.
No siempre lo urgente es lo importante.
Tal vez son las brujas
tal vez el destino.
Yo siempre me pierdo en el mismo camino.
Siempre en el mismo camino.
Ahora solo quiero estar contigo.
Todo mi universo esta debajo de tu ombligo.
Por tus huesos locos de remate,
todos los molinos se convierten en gigantes.
Quisiera ser tan alto como la luna
mirar por tu ventana cuando estas desnuda.
Al pasar la barca me dijo el barquero
de Africa a Tarifa cuesta mucho mas dinero
mucho mas dinero,mucho mas dinero
mucho mas dinero,mucho mas dinero.
Ojala me hubiera dado cuenta antes.
No siempre lo urgente es lo importante.
Tal vez son las brujas
tal vez el destino.
Yo siempre me pierdo en el mismo camino.
Siempre en el mismo camino.

El tiempo es un invento que inventaron los viejos

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